¿Puede caerse la cabina de un ascensor? La respuesta es no. El catedrático de Física Aplicada Antonio Ruiz de Elvira explica en su videoblog ‘El porqué de las cosas’ el principio mecánico que impide el desplome.

Si el sistema está bien diseñado, el ascensor cuenta con un mecanismo simplísimo, inventado en 1852, basado en una ballesta flexible. Por un proceso físico elemental, se frena la caída de la cabina cuando se cortan los cables de acero que tiran de ella.

Gracias a este invento, que se sigue utilizando hoy en día, la ciudad de Nueva York pudo empezar a construir más de seis alturas, que era su techo a mediados del siglo XIX.